El sufrimiento psicológico: derivaciones
Este artículo te ofrece una explicación clara, útil y aplicable, tanto si trabajas en clínica como si estudias psicología o quieres profundizar en el comportamiento humano.
En nuestra cultura, el perfeccionismo suele disfrazarse de virtud: disciplina, excelencia, superación. Sin embargo, desde la psicología contextual sabemos que no es lo mismo buscar la excelencia que no permitirse ser imperfecto.
El perfeccionismo desadaptativo no habla de amor por el detalle, sino de miedo al error y a la desaprobación. Es un estilo de vida gobernado por reglas rígidas del tipo:
“Si no es perfecto, es un fracaso.”
“Debo controlar todo para estar tranquilo.”
“No puedo equivocarme, los demás lo notarían.”
El precio de obedecer estas reglas es alto: ansiedad constante, pensamientos obsesivos y una rumiación que nunca descansa.
El perfeccionista vive en modo “alerta roja”: anticipando fallos, imaginando críticas, revisando mentalmente cada paso. El resultado es un estado crónico de ansiedad anticipatoria, donde el cuerpo nunca descansa y la mente nunca suelta.
Para reducir la incertidumbre, surgen obsesiones: revisar una y otra vez, comparar, pedir seguridad a los demás. Aunque momentáneamente calman, a largo plazo refuerzan el círculo: cada vez se necesita más control para sentirse “tranquilo”.
Después de cada acción, aparece el “auditor interno”: darle vueltas a lo ya hecho, pensar qué debía haberse hecho mejor, revisar mentalmente conversaciones o decisiones. La rumiación perfeccionista no enseña: solo desgasta y bloquea.
En el fondo, el perfeccionismo es evitación emocional. No quiero sentir miedo, vergüenza o incertidumbre, así que pospongo, reviso sin fin o me exijo hasta la extenuación. El problema: cuanto más evito, menos vivo mi vida y más refuerzo la trampa.
La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) propone algo radical: no luchar contra la mente, sino cambiar la relación con ella. No se trata de eliminar pensamientos perfeccionistas, sino de dejar de obedecerlos como si fueran órdenes.
Defusión cognitiva:
Observar el pensamiento “tiene que quedar perfecto” como una frase, no como una verdad. Ejercicio: repetir la frase con voz de personaje de dibujos animados hasta que pierda su poder.
Aceptación de emociones:
Atreverse a sentir el nudo en el estómago de entregar algo “incompleto”, respirando y dejando que la ola emocional suba y baje sin huir.
Yo como contexto:
Reconocer que tú eres más grande que tus pensamientos. Eres el espacio donde aparecen ansiedad, críticas y miedos… y no te definen.
Clarificación de valores:
Preguntarte: “Si no tuviera que ser perfecto, ¿a qué me acercaría hoy?”. Esto abre caminos hacia lo que de verdad importa: aprendizaje, conexión, contribución.
Acción comprometida:
Pasar del “cuando esté perfecto lo haré” al “lo hago ahora mismo, con la calidad suficiente, y después mejoro”. Entregar, exponerse, aprender.
| Perfeccionismo sano | Perfeccionismo desadaptativo | |
|---|---|---|
| Relación con el error | Oportunidad de aprender | Amenaza a la autoestima |
| Estándares | Altos y flexibles | Altos e inalcanzables |
| Consecuencias emocionales | Estrés manejable, motivación | Ansiedad, culpa, bloqueo |
| Conducta | Acción y entrega | Procrastinación, revisión eterna |
La clave no es eliminar la ambición, sino aprender a soltar la rigidez.
Regla del 95%: entrega cuando esté “suficientemente bueno”, no cuando esté “impecable”.
Exposición a la imperfección: envía un email sin revisar 10 veces, publica un borrador, prueba a equivocarte y observa que no pasa nada terrible.
Diario de valores: cada día anota una acción alineada con lo que importa (contribuir, aprender, cuidar, crear).
La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) propone algo radical: no luchar contra la mente, sino cambiar la relación con ella. No se trata de eliminar pensamientos perfeccionistas, sino de dejar de obedecerlos como si fueran órdenes.
Defusión cognitiva:
Observar el pensamiento “tiene que quedar perfecto” como una frase, no como una verdad. Ejercicio: repetir la frase con voz de personaje de dibujos animados hasta que pierda su poder.
Aceptación de emociones:
Atreverse a sentir el nudo en el estómago de entregar algo “incompleto”, respirando y dejando que la ola emocional suba y baje sin huir.
Yo como contexto:
Reconocer que tú eres más grande que tus pensamientos. Eres el espacio donde aparecen ansiedad, críticas y miedos… y no te definen.
Clarificación de valores:
Preguntarte: “Si no tuviera que ser perfecto, ¿a qué me acercaría hoy?”. Esto abre caminos hacia lo que de verdad importa: aprendizaje, conexión, contribución.
Acción comprometida:
Pasar del “cuando esté perfecto lo haré” al “lo hago ahora mismo, con la calidad suficiente, y después mejoro”. Entregar, exponerse, aprender.
| Perfeccionismo sano | Perfeccionismo desadaptativo | |
|---|---|---|
| Relación con el error | Oportunidad de aprender | Amenaza a la autoestima |
| Estándares | Altos y flexibles | Altos e inalcanzables |
| Consecuencias emocionales | Estrés manejable, motivación | Ansiedad, culpa, bloqueo |
| Conducta | Acción y entrega | Procrastinación, revisión eterna |
La clave no es eliminar la ambición, sino aprender a soltar la rigidez.
Regla del 95%: entrega cuando esté “suficientemente bueno”, no cuando esté “impecable”.
Exposición a la imperfección: envía un email sin revisar 10 veces, publica un borrador, prueba a equivocarte y observa que no pasa nada terrible.
Diario de valores: cada día anota una acción alineada con lo que importa (contribuir, aprender, cuidar, crear).
El perfeccionismo puede ser debilitante cuando:
Ocupa horas con rituales de revisión.
Genera ataques de ansiedad o bloqueo.
Interfiere con el trabajo, los estudios o las relaciones.
En esos casos, un proceso de terapia psicológica basada en ACT y terapias contextuales puede ayudarte a recuperar libertad y equilibrio.
Este contenido es meramente divulgativo y no sustituye la ayuda de un profesional de la psicología.
Si sientes que el perfeccionismo y la ansiedad te sobrepasan, busca apoyo psicológico especializado. Pedir ayuda también es un acto de valentía.
¿El perfeccionismo provoca ansiedad?
Sí. La rigidez de “nunca equivocarse” convierte cualquier tarea en una amenaza.
¿Cómo dejar de ser perfeccionista?
No se trata de “dejar de serlo”, sino de relacionarte diferente con esos pensamientos y actuar según tus valores.
¿El perfeccionismo está relacionado con el TOC?
Sí, ambos comparten la intolerancia a la incertidumbre y la necesidad de control, aunque el TOC implica rituales más marcados.
El perfeccionismo no es excelencia, es rigidez disfrazada de virtud. Alimenta ansiedad, obsesiones y rumiación. Con ACT podemos aprender a soltar la lucha interna, aceptar la imperfección y vivir de acuerdo con lo que realmente importa.
Si quieres saber más sobre el tema:
https://psicologiaymente.com/clinica/perfeccionismo-disfuncional-ansiedad?utm
El perfeccionismo y la ansiedad – Entrevista María Padilla | Top Doctors
PERFECCIONISMO TÓXICO ⚠️ ansiedad, obsesión, procastinación…⚠️
Palabras clave: perfeccionismo, ansiedad, obsesiones, rumiación, TOC, autoexigencia, aceptación y compromiso, ACT, flexibilidad psicológica, defusión, valores, psicólogo en Benicarló
Este artículo te ofrece una explicación clara, útil y aplicable, tanto si trabajas en clínica como si estudias psicología o quieres profundizar en el comportamiento humano.
En consulta es muy habitual escuchar peticiones como: “Quiero dejar de pensar en esto” o “Necesito eliminar estos pensamientos negativos”. Es lógico: cuando una idea nos hace daño o nos preocupa, nuestra primera reacción es intentar expulsarla de la mente.
Todos hemos intentado alguna vez “calmar la mente”, “controlar los pensamientos” o “dejar de sentir ansiedad”. Y, sin embargo, cuanto más lo intentamos, más atrapados nos sentimos.
¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué, cuando más queremos que desaparezca la ansiedad, más fuerte parece hacerse?
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar. Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar. Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.