Síntomas de la depresión vistos desde este modelo
Los criterios diagnósticos hablan de ánimo deprimido, anhedonia, alteraciones del sueño o del apetito, dificultades de concentración, fatiga, culpa excesiva e incluso ideas de muerte.Instituto Nacional de Salud Mental
Desde una perspectiva conductual contextual, interesa especialmente cómo se expresa todo esto en la vida cotidiana:
Nivel emocional y corporal
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Sensación de vacío, tristeza o apatía la mayor parte del día
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Cansancio extremo, “no me puedo poner en marcha”
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Tensión física, dolores, molestias somáticas
Nivel cognitivo (pensamientos)
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“No tengo solución”, “siempre voy a estar así”, “soy una carga”
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Rumiación: dar vueltas y vueltas a los mismos temas sin llegar a nada útil
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Sesgo hacia lo negativo: lo malo pesa mucho más que lo bueno
Nivel conductual
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Retirada de actividades: dejar de hacer deporte, hobbies, vida social
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Aplazamiento de tareas importantes, aumento del tiempo en cama, sofá, móvil
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Hipercontrol interno: vigilar continuamente cómo me siento para decidir si “hoy hago algo” o no
Nivel contextual
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Eventos de vida estresantes (rupturas, duelo, enfermedad, dificultades laborales…)
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Menos oportunidades de refuerzo positivo (trabajo precario, aislamiento, conflicto familiar…)
Todo esto tiende a organizarse en un círculo vicioso: me siento mal → dejo de hacer cosas → mi vida se empobrece → tengo menos motivos para levantarme → me siento peor.
Activación Conductual: empezar por el “hacer” cuando la mente dice “no puedo”
La Activación Conductual es uno de los tratamientos con mayor apoyo empírico para la depresión y actualmente se considera una intervención bien establecida.Dialnet+2Papeles del Psicólogo
Su idea clave puede resumirse en una frase:
“No esperamos a sentirnos bien para actuar, actuamos para crear condiciones que faciliten sentirnos mejor.”
En consulta, esto se traduce en:
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Análisis funcional: entender qué cosas han ido desapareciendo de la vida (relaciones, ocio, actividades significativas) y qué conductas de evitación han ocupado su lugar.
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Programa de actividades con sentido: no se trata de “hacer por hacer”, sino de recuperar pequeñas acciones conectadas con valores personales (cuidar la salud, la familia, el trabajo, la creatividad…).
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Romper el patrón de evitación: aunque el cuerpo y la mente digan “no puedo”, entrenamos el “puedo hacer un pequeño paso hoy”.
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Seguimiento y ajuste: registrar actividades, estado de ánimo y obstáculos, y reajustar el plan de forma continua.
La investigación muestra que este enfoque mejora la sintomatología depresiva, la calidad de vida y la funcionalidad diaria de forma significativa.
Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y depresión: hacer espacio al malestar para reconectar con la vida
La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es otra terapia conductual contextual con sólida evidencia empírica para la depresión y otros problemas emocionales.Infocop
En lugar de centrarse en “eliminar” síntomas, ACT busca aumentar la flexibilidad psicológica:
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Poder estar con pensamientos y emociones difíciles sin quedar atrapado en ellos
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Seguir orientando la conducta hacia lo que la persona valora, incluso cuando hay dolor psicológico
En la práctica clínica con depresión, esto se concreta en:
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Desfusión cognitiva
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Aceptación emocional
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Contacto con el momento presente
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Clarificación de valores
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Explorar qué tipo de persona quiere ser el paciente como padre/madre, amigo/a, trabajador/a, ciudadano/a, etc.
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Identificar qué ha quedado “secuestrado” por la depresión.
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Acción comprometida
Revisiones de estudios señalan que ACT resulta eficaz para reducir síntomas depresivos, mejorar la aceptación y el funcionamiento general, siendo comparable a la TCC estándar en muchos casos.
¿Y el mindfulness, la medicación y otros tratamientos?
En los últimos años han aparecido estudios y noticias sobre tratamientos basados en mindfulness, como la Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (MBCT), que muestran eficacia para la depresión, especialmente en pacientes con síntomas persistentes o que no responden bien a los primeros tratamientos.El País
Las guías de organismos de referencia señalan que el tratamiento de la depresión suele incluir:Instituto Nacional de Salud Mental+1
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Psicoterapia (como AC, ACT, TCC, MBCT, etc.)
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Medicación antidepresiva, cuando está indicada y prescrita por un médico
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En casos más resistentes, otras intervenciones (p. ej., técnicas de estimulación cerebral en contextos muy especializados)
Desde un enfoque conductual contextual:
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La psicoterapia aporta herramientas para cambiar la relación con el malestar y recuperar acciones valiosas.
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La medicación puede ser un apoyo importante para reducir la intensidad de los síntomas y facilitar el trabajo psicológico, especialmente en depresiones moderadas o graves.
No se trata de elegir “psicólogo o psiquiatra”, sino de valorar la mejor combinación para cada caso.