
Manejo psicológico de la hipertensión
La psicología e hipertensión arterial se vinculan desde la atención a factores emocionales como el estrés, la ansiedad y la agresividad. Una intervención psicológica adecuada puede favorecer el control de la presión arterial, reducir la dependencia farmacológica y mejorar la calidad de vida.
La hipertensión arterial es una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares en el mundo. A menudo se la conoce como el «asesino silencioso» porque puede pasar desapercibida durante años, dañando progresivamente órganos vitales sin presentar síntomas evidentes. Aunque generalmente se asocia con factores biológicos y genéticos, el estilo de vida y la salud mental juegan un papel crucial en su aparición y manejo. La psicología puede ofrecer herramientas eficaces para prevenir la hipertensión y reducir sus síntomas, ayudando a las personas a mejorar su bienestar cardiovascular.






